Las organizaciones se enfrentan cada día al complejo reto de detectar y entender todos los flujos de información que existen en ella y entre ella y el resto del mundo; no sólo esto, también es mandatorio asignar un grado de riesgo a los eventos más relevantes, de cara a evitar una interrupción de un proceso de negocio, la alteración del bien más preciado, la información. 

Las tecnologías de la información comprendieron hace unos años se debía realizar un gran esfuerzo para llegar a neutralizar esos riesgos, puesto que ni siquiera estaban capacitadas entonces para  reconocerlas.

Las realidad TI es compleja pero las tecnologías de seguridad están preparadas para ver, identificar ataques, y a crear controles sobre qué uso hacen de las aplicaciones nuestros usuarios, todos ellos asignar un riesgo, que nos permita alertar ante una posible afectación de nuestro negocio.

ABAST siempre ha estado en la vanguardia en la promoción de las tecnologías que podían suponer una mejora al afrontar los riesgos, como es el caso de los Next Generation Firewalls.

Este tipo de soluciones detecta los riesgos ya sean de procedencia interna o externa, qué equipos están comprometidos o qué usuarios están perjudicando nuestra organización haciendo un uso inadecuado de recursos o de nuestra información. Cuando se llega a la saturación de los recursos la tecnología nos permite priorizar un conjunto de acciones sobre otros, según la relevancia que tienen para el negocio.

Abast Systems pone foco en la fase de consultoría a una buena definición de la política de seguridad corporativa y a los procesos que permitan mantenerla a un correcto nivel, ya que los agentes externos y nuestras propias gestiones de cambios (no exentos de errores) requieren un constante esfuerzo de adaptación. Nuestros conocimientos de los riesgos y de la tecnología nos convierten en el perfecto socio tecnológico en la aplicación de políticas adaptativas que sean capaces de neutralizar los riesgos.

Realizamos una labor de acompañamiento permanente a las organizaciones, examinando con el nivel de profundidad adecuado cada transacción y realizando un zoom detallado para diseccionarla y comprender un riesgo no identificado.

Como consultores especialistas podemos establecer políticas, con vigilancia permanente, definir procedimientos de control para evitar puertas traseras, e informar y formar suficientemente  a los usuarios para que sean conscientes de su vital importancia en la correcta gestión de la información.